Granada celebró la V Edición de la Noche en Blanco, una jornada en la que gran cantidad de monumentos y comercios amplían su horario y llevan a cabo actividades y ofertas especiales. Las plazas de la ciudad acogen bailes, conciertos, exhibiciones… se montan mercadillos, zoco y una gran cantidad de acontecimientos culturales que enriquecen Granada: el buen rollo se respira en la ciudad.
Como ya es habitual, la granadina plaza de las Pasiegas, la plaza de la catedral, sirve como escenario para celebrar la ceremonia inaugural en torno a las 19:30 horas, algo que puede resultar extraño, si tenemos en cuenta que hay actividades que comienzan a celebrarse desde las 10 de la mañana de ese día y, otras, que comienzan días antes en los barrios… pero, al margen de esta pequeña paradoja, se vive una jornada muy especial, organizada por el Centro Comercial Abierto de Granada.
Con los colegas Luis Mora y Fran Viñuela como pareja de maestros de ceremonias (y qué maestros más buenos) comenzó el acto en el que el presidente del Centro Comercial Abierto, Ángel Rodríguez, pronunció un discurso de exaltación de esta Noche en Blanco, dedicada a Manuel de Falla, y en el que el alcalde de la ciudad, Paco Cuenca, cerró, con el Fundación CB Granada en la cabeza, antes de dar paso al concierto de la Banda Municipal de Granada, con tintes argentinos.
Y es que, al margen de que esta jornada es especial y el buen rollo se respira por las calles, en las que tanto granadinos como extranjeros disfrutan de la multitud de actividades culturales, en la Plaza de las Pasiegas también se liman asperezas, al menos temporalmente, o eso parece.
Ver a varios miembros de la Corporación Municipal, de diferentes partidos, sonreír juntos, uno al lado del otro, es algo que esta ciudad necesita. Sin querer poner colores, la presencia de los representantes de algún grupo municipal se echó en falta, aunque es bonito ver que pudiera existir un atisbo de esperanza para que todos estos partidos se llevaran bien y trabajaran juntos por la ciudad. Podrían ponerse de acuerdo y aprobar los presupuestos municipales, por ejemplo, que ya está bien de funcionar con una prórroga de tres años en los mismos.
Sin entrar más en la materia, que no es el tema que nos ocupa, ojalá todos los días fueran como la Noche en Blanco en Granada y ojalá los engranajes del Ayuntamiento se movieran todos juntos en un mismo sentido, bien engrasados, sin importar si un engranaje es morado, verde, azul, rojo o naranja, al menos hasta que se saque a Granada de este atolladero económico en el que está sumida y que tiene a todos los granadinos calculadora en mano.