Que un grupo de jóvenes, en edad de cometer fechorías, se autodenomine ‘La Manada’, puede ser algo hasta gracioso, pero es que estos desgraciados no eran una ni son una manada, se han quedado más bien en un redil de ovejas. La auténtica ‘Manada’ ha sido la que ha salido a la calle para protestar por la sentencia judicial que ha dado a conocer el presidente de la Audiencia de Pamplona en un acto celebrado en la sala de vistas 102 del Palacio de Justicia de Pamplona, en audiencia pública.
La venida a menos ‘Manada’ ha sido condenada a nueve años de prisión por abuso y absueltos de agresión sexual, una sentencia que ha conmocionado a la opinión pública, especialmente la femenina, puesto que pone en tela de juicio, valga la redundancia, el sistema judicial español, al que se le acusa de machista por este fallo.
Que cinco jóvenes cojan a una chica que apenas cuenta con la mayoría de edad, la metan en un portal y le hagan lo que les plazca, no es una violación, solo es un abuso. Yo realmente no soy juez, ni letrado ni tengo todos los datos, pero si la chica en algún momento dijo que no, igual no hubo consentimiento. No es no. Allá cada uno con lo que quiera pensar, pero lo cierto es que un juez ha dicho que no es violación, lo que hace reflexionar sobre si la justicia es objetiva y justa.
Y este, precisamente, ha sido el motivo que ha movilizado a toda España y, como no, a Granada. Pero no solo han sido las mujeres, o feminismo que dirían algunos, quienes se han tirado literalmente a la calle. Afortunadamente, había muchos hombres también gritando en protesta de esta decisión judicial.
Para todo el que ha salido a la calle, este fallo ha sido machista y supone un paso atrás en las libertades que han adquirido las mujeres con el paso de los años y en la lucha contra la violencia de género.
Los gritos y proclamas contra el machismo han sido constantes, no ha habido un minuto de silencio. Desde antes de las 20:00 horas han ido llegando centenares de personas hasta la granadina Plaza Nueva hasta contarse por miles.
Con las mismas, sin permiso previo por parte de la Subdelegación del Gobierno, que sólo estaba informada de que había una concentración, la ‘auténtica manada’ se ha puesto a caminar, en dirección a la Fuente de las Batallas.
No han necesitado permiso, les daba igual. Y han hecho bien. Da gusto ver cómo una causa une a unas 4.000 personas, según los primeros datos ofrecidos in situ por la Policía Nacional (habrá que esperar al recuento oficial, el cual fluctúa en función de quién lo emita y sus intereses), para protestar por algo con lo que no están de acuerdo.
Granada no ha permanecido indiferente antes este hecho que ocurrió en Pamplona. Hoy se han roto las distancias, se han roto las diferencias, se ha roto la distinción de sexos… hoy la chica de Pamplona, cuyo nombre permanece en el anonimato, no ha estado sola. Como una manada de lobas heridas, sus hermanas de Granada han salido a la calle para enseñar los dientes. Y repito, hablo en femenino porque la afrenta ha sido contra la mujer, pero muchos hombres han acompañado esta marcha y han gritado para que se ponga fin a esta lacra que es la violencia machista.